Aquí hay una descripción general rápida de lo que los apostantes deben saber y hacer para no solo aumentar las posibilidades de ganar, sino también para ayudarlos a jugar de manera responsable y divertirse haciéndolo. La industria de las apuestas deportivas, como Wall Street, es volátil. Las casas de apuestas alteran el cuotas de apuestas a lo largo del día en función de la actividad que estén realizando y otras noticias, como lesiones y el clima.
Por ejemplo, si el equipo A comienza como favorito por 7 puntos y la gran mayoría de las apuestas son para él, su línea podría aumentar de -7 a -7,5. Es posible que la línea se mueva mucho más lejos a -8, o que sea "recomprada" a -7.
Hablando del tema de las líneas, es una buena idea comparar líneas de varias casas de apuestas deportivas. Las líneas pueden diferir según la casa de apuestas deportivas porque varias casas de apuestas atienden a diferentes tipos de clientes.
Cuando se trata de cuánto apostar, una regla general razonable es arriesgar solo lo que un jugador puede permitirse perder. Recuerda que las apuestas deportivas son una maratón, no una carrera de velocidad. Habrá días buenos y días malos. Es por eso que existe una gran estrategia llamada apuestas planas.
Las apuestas planas implican apostar la misma cantidad en cada juego y solo arriesgar del 1 % al 5 % de los fondos de un jugador en cada apuesta (los fondos son la cantidad inicial que los jugadores tienen a su disposición para apostar). Si los apostadores tienen un presupuesto de $100, por ejemplo, no deberían arriesgar más de $5 por juego.